Museo del Louvre

Los museos deben estar al servicio y deleite de la sociedad, por ello cuando en 1793 fue inaugurado como museo público y en 1848 pasó a manos del Estado, se consideró como predecente para todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos.

Historia del museo:
El museo del Louvre comenzó a construirse en el año 1190 con el fin de servir como fortaleza al rey Felipe Augusto, pero un tiempo después, con Francisco I en el poder se demolió para realizar un palacio renacentista con unas dimensiones mayores a cargo del arquitecto P.Lescot.

Fue la reina Catalina de Médicis la que esbozó el proyecto que haría del Louvre el precioso palacio que es en la actualidad y Enrique IV el que continuara con las obras y lo anexionaría con el palacio de las Tullerías.
Sus sucesores siguieron su mismo camino ampliandolo cada vez más, pero no fue hasta el reinado de Napoleón III hasta que la obra estuvo finalizada.


Al construirse el Palacio de Versalles, la familia real trasladó su residencia habitual allí dejando desocupado al Louvre, y por ello en el siglo XVIII la Academia francesa se instaló seguidamente de las restantes academias.

Al Palacio del Louvre mediante el decreto de 1791 le atribuyeron las funciones artísticas y científicas, incluyendo las colecciones de la corona francesa.
La primera vez que el palacio abriría sus puertas al público en calidad de museo fue el 8 de noviembre de 1793, que ya tenían pensado desde 1778, pues quería utilizar la Gran Galería como pinacoteca.

El Palacio del Louvre estuvo anexionado al palacio de las Tullerías hasta 1870, cuando fue derribado durante los acontecimientos de revueltas populares en la  Comuna de París.

Finalmente Ieoh Ming Pei fue el elegido para la última remodelación, la pirámide de cristal moderna convertida en la entrada al museo que ha sido objeto de numerosas críticas por parte de puristas amantes de lo clásico y de otras teorías sobre simbología mística.
El Louvre muestra obras anteriores a 1848 pues las posteriores se encuentran en el Museo de Orsay y el arte contemporáneo en el Centro Pompidou que en otro post hablaré de ellos.


Es un museo enorme al que mínimo hay que dedicarle un par de días para visitarlo, hay que ir con los deberes hechos para saber las obras que quieres ver y el recorrido, en la página web explican fenomenal las exposiciones.
Cómo no, yo me quedaría con La Gioconda de Da Vinci, aunque con el allé, allé de los guardias de seguridad y la multitud empujando apenas puedes dedicarle unos segundos. La Venus de Milo que es una delicia y por supuesto la sala de Egipto que es maravillosa llena de antiguos secretos.

Pero si no vas a poder visitar dentro de poco el Louvre y te apetece hacer un recorrido virtual por el museo, pincha aquí

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